viernes, 6 de marzo de 2020

Córcega en moto - BMW R1200 GS

¡Hola!

Me hace tanta ilusión contaros este viaje...
Hace ya unos años que lo hicimos, pero lo recuerdo como si fuera ayer (año 2015)

Iba a ser toda una experiencia para Urko y para mí, ya que teníamos que planearlo con el desconocimiento de cómo es un viaje en moto:

- Qué es necesario
- Qué es indispensable
- Qué es obligatorio
- Qué no hay que dejar en casa ...

Si queréis, os dejaré un mini post de cómo preparar un viaje en moto.
Dejarme vuestros comentarios si os interesa este tema y yo estaré encantada de escribirlo.

Como en todos nuestros viajes, Urko fue el encargado de la logística e investigación.
Pero antes de empezar, os dejo una breve historia de porqué "Gesi" llegó a nuestras vidas.

A Urko cuando le conoci, una de sus tantas taras era la pasión por las motos. Tenía una moto "pequeña", una Kawasaki blanca en la que justo justo cabíamos los dos. Pero esa moto no era más que un preámbulo de lo que se cocinaba dentro de su cabeza. En su interior se venía dando forma a uno de tantos sueños de niño. En este caso un sueño que empezó a fraguarse el día en que su hermano mayor trajo la primera revista de motos a casa.
Fue amor a primera vista y con 10-11 años sabía la moto que en un futuro compraría.

Así fue, llegó el día. Después de dar sus "primeros pasos" con una más asequible y "llevadera" pudo dar el salto y su amor llegó a casa y con ella una nueva filosofía de viaje. Ahora solo faltaba elegir destino.

Siguiendo los consejos de Aitor, mi cuñado, elegimos Córcega (Francia) como primer destino para salir con "Gesi".

Iréis descubriendo que todos nuestros vehículos tienen nombre. ¡Así de friki soy yo!



Muchas personas a las que les contamos nuestro viaje no se cree lo que Córcega nos ofreció. Piensan que es una isla mediterránea que no tiene mucho que ofrecer.

Es cierto que desde Bilbao es complicado llegar hasta ella, y de ahí el desconocimiento y poco interés de viajar a esta isla, pero nosotros nos pusimos manos a la obra y el viaje fue maravilloso.

Las mejores rutas para llegar a Córcega sin coger avión, es el ferri desde Barcelona o desde la Costa Azul.

Nos esperaba un gran viaje y los kilómetros se nos iban sumando a la ruta.




Buscamos un ferri que saliera desde Toulón. La ruta desde Barcelona es mas cara y no nos importaba viajar por Francia ya que la carretera nos permitiría visitar un lugar de cuento.

Desde Bilbao hasta Toulon hay 1000 Kms y en moto se hace mucho más pesado.

Este pueblo de cuento nos sorprendió para bien.
Antes de llegar a la costa azul la ruta te obliga a parar en Carcassonne.

Os dejo el enlace de la guía Condé Naste y un breve video

(Enlace de YouTube)

Carcassonne es una villa medieval amurallada. Cómo muchas otras villas de su categoría, su encanto principal es el gran muro que la envuelve. 



Decir que sus calles y casas están muy bien conservadas y la visita se hace muy agradable. 
Hay muchos tiendas de artesanía, comida, y dulces deliciosos. 
Disfrutamos de Carcassonne un día y una noche; al día siguiente teníamos que llegar al ferry.

Hay varios pueblos de camino a Toulon en los que se pueden hacer una breve parada, si el tiempo lo permite, para daros un chapuzón.
Nosotros tuvimos suerte y pudimos refrescarnos un poco. El día era muy caluroso y los trajes de cordura que llevábamos no ayudaban mucho.

El día iba a ser largo. El ferri salía por la noche y siendo novatos en esto de los viajes en barcos, no reservamos camarote. 
Reservamos dos butacas como las que hay en los cines que se reclinaban un poco. 
Para que os hagáis una idea de cómo fue la noche, acabé echando al suelo el traje de agua y tumbándome encima de él. 
Vamos, una y no más. 

La mañana llegó, a mí parecer tres noches después, pero por fin estábamos en Bastia.

Bajamos del ferri, y tras hacer una breve parada para comprar comida y bebida, nuestra ruta nos mandaba hacia Cap Corse.



La carretera de Cap corse está llena de curvas. Es una ruta tan popular entre los motoristas que decidimos que debíamos hacerla.
Los paisajes que encontramos en nuestra pequeña excursión no dejaban de sorprendernos.
Curva tras curva el mar se iba asomando en cada trazo del camino. No dejaba de asombrarnos lo cerca que se encontraban esas montañas tan altas del mar. Estas bañandote en una playa y en una distancia de 2kms??? Seguramente me paso, te encuentras con paredes cercanas, pasando en algún que otro punto de la isla, a los 1000 metros. 

Aquí empezamos a darnos cuenta de lo que isla nos iba a ofrecer durante nuestro viaje.

Acabamos el día en Saint Florent.
El cuerpo nos pedía descansar. Entre la nochecita del ferri y la excursión de día completo por el cuerno de la isla, necesitábamos parar y recuperar fuerzas.

Nos levantamos con ganas de mas, aun sabiendo que el día iba a ser duro. La canícula nos había pilla de lleno. ¡Madre mía la que me esperaba!
Creo que os he dicho que odio el calor infernal, ¿no?
Soy de Bilbao y aquí la temperatura es agradable tirando a fría. jajajaja.

Había leído que Corte, la mayor ciudad del interior de Córcega merecía mucho la pena así que, allá que fuimos.
Creo que no he pasado tanto calor como aquél día. 40 grados a la sombra, en el interior de la isla, no corría ni una pizca de aire. Nos bebíamos los granizados casi de un trago... Nada hacía que el calor disminuyera.



Después de barajar varias opciones sobre que hacer, a la salida del pueblo vinos un cartel que ponía: "Gorges de la Restonica"
¿Qué teníamos que perder si no nos llevaba a ningún sitio interesante? Pues la verdad que nada. El caso era estar en movimiento para poder disfrutar de un poco de aire. Caliente, si; pero aire.

Según íbamos cogiendo altitud, el termómetro de la moto empezó a bajar. No recuerdo bien cuantos grados bajó la temperatura, pero los suficientes como para tener que abrocharnos las chamarras.
Estábamos en un oasis en plena montaña, oíamos el rio restonica en el fondo del cañón; estábamos seguros que en algún lugar del camino, el rio estaría cerca y podríamos refrescarnos la cara. 
Subimos todo lo que la carretera nos dejó subir. 
Creo que Urko volvió a sus 10 años, cuando soñaba con la moto y en los viajes que haría con ella. 

Es una carretera de ida y vuelta. Termina en un gran parking en el que poder disfrutar de las rutas de senderismo y la GRAN GR 20 que cruza de norte a sur Córcega. Sube  dejando a la izquierda el río entre un arbolado frondoso, las paredes se empiezan a poner cada vez más vertical y la carretera siguiendo el cauce se va encañonado. Se intuyen entre claro y claro del bosque pozitas de agua cristalina que invitan a que las visites.

Así lo hicimos y al aparcar la moto en un lado de la carretera, un sitio cualquiera, al azar, encontramos que, efectivamente, la erosión del rio había creado unas piscinas naturales.
¿Y qué creéis que hicimos? ¡Pues bañamos!



Hasta ahora no he comentado el mayor inconveniente de la moto cuando los planes salen de repente y has organizado las maletas con un plan determinado. Pues sencillamente es que hay que sacar todo de para buscar en este caso los bañadores, y hacer un tetris para guardar las botas, pantalones, chamarras, cascos.....
Como novatos que éramos, viajábamos solo con las dos maletas laterales y la trasera. Lo llevábamos todos guardado al milímetro, y por las noches organizábamos de nuevo las maletas en función de nuestra ruta. (Esto nos sirvió para aprender una lección mas: hay que llevar una bolsa mas para "los imprevistos" o los porsiacasos como decimos las chicas)

En el momento en que empezamos a abrir las maletas pensamos: ¿Qué demonios? ¡Estamos en medio del monte!
Nos acercamos a la orilla con los trajes puestos y nuestra ropa interior fue nuestro bañador.

Una foto vale mas que mil palabras



Esta zona nos maravilló una vez mas. Era hora de comer y encontramos un restaurante completamente vacío antes de abandonar las gorges (gargantas)


No recuerdo el nombre, pero si recuerdo que estaba a la izquierda de la carretera en dirección a Corte.
La comida era casera, como la comida de las abuelas.
Comimos polenta frita, como si fueran unas croquetas.... riquísimo!! Roast beef, buñuelos de queso, flan casero....


He intentando desde entonces elaborar ese plato y no se como lo hacía aquella señora que es imposible de copiar.
Tendremos que volver a la restonica para probarlo y desde aquel día, Urko dice:

¡YO QUIERO VOLVER A MI RESTONICA!



Ruteamos por la costa hasta Aleria, un pueblo que a mí parecer, no tiene gran interés; pero era el punto de partida para uno de los paisajes más bonitos que está isla nos iba a ofrecer. 

En este punto de la ruta nosotros decidimos viajar hacia el interior. Se puede bordear la isla por la carretera de la costa por una carretera muy bonita sobre todo si vais en moto. 
Si os animáis a este viaje vais a encontrar infinidad de playas y pueblitos pequeños muy bonitos. 

Nosotros quisimos compaginar las opciones playeras que ofrece esta isla con las rutas por la montaña y adentrarnos en las Agujas de Bavella (col de bavella)



Para cualquier amante de la montaña esta zona es muy conocida, por sus rutas, sus barrancos...
Aunque nos hubiese gustado muchísimo hacer alguna de las rutas, alguna ruta sencilla, la capacidad de transporte que tiene la moto no nos permitía llevar muchas cosas. 
Cuando os hablo de alguna ruta sencilla lo digo por mí no por Urko. Él es un apasionado de la montaña y experiencias en la montaña son infinitas, pero como yo soy un poco más vagueta y miedosa me gusta disfrutar de la montaña con tranquilidad y sobre todo con seguridad. 

Bueno a lo que iba, como las maletas de la moto no nos permitieron llevar más ropa de la estrictamente necesaria para andar, playa y material de moto, nosotros optamos por disfrutar de la carretera hacia la montaña y de las vistas desde el puerto más alto.
Cuando os hablo del puerto más alto os estoy hablando de 1218 metros de altitud. ¿Increíble verdad? Teniendo en cuenta que a menos de 20 kms nos encontramos con el mar. La carretera es una típica carretera de montaña, muy bien asfaltada, para como están las carreteras en esta isla. Con dos partes muy diferenciadas, en las que no coges mucha altura y te vas acercando a la base de la montaña y una segunda parte con curvas muy cerradas a izquierda y a derecha cogiendo altura y pasando del verde del paisaje al marrón.




Ahora nos tocaba bajar y volver a coger la carretera de la costa este. 



Nuestra próxima parada sería Porto-Vecchio. Todo empezaba a convertirse mas italiano.
No solo el nombre de ese pueblo resumen la belleza de esta zona, sus alrededores y sobre todo una de sus playas nos dejó maravillados. 
Porto-Vecchio es un pueblo muy pequeñito con un puerto súper - súper coqueto en el que puedes pasar un par de días de descanso. Y si a este encanto le sumamos para mí una de las mejores playas de toda la isla, playa de Palombaggia, este viaje es un top 10 para cualquier viajero.  

Nosotros quisimos visitar además, la playa de Rondinara y Santa Giulia.

Palombaggia1
En Palombaggia hay habilitado un parking. Para los coches es bastante cómodo, para los que vamos en moto la verdad que resulta un poco peligroso porque el suelo es de arena de playa. Nos aventuramos y llegamos a ella.
Es una playa de arena fina, blanca y aguas cristalinas. La única pega que le pondría es que no tiene servicios cómo duchas baños.... No esperéis encontrar unos servicios como en España en las playas porque no los hay. Todo es más natural y salvaje.


En Córcega el sol calienta muchísimo y yo empezaba a echar de menos una sombrilla. 

Imaginaros lo incómodo qué es achicharrarse al sol, llenarse de es arena fina que se pega y es imposible de quitar, y después tener que ponerte el traje completo de la moto. 
Siempre hemos llevado la seguridad de la moto a rajatabla y no nos ha gustado ir sin las protecciones que creemos que son obligatorias. 

Como no podía ser de otra manera seguimos nuestro camino hacia el sur dónde nos esperaba Bonifacio.

Archivo:Bonifacio, Corsica (8132724064).jpg


Esta localidad es increíble. Su enclave privilegiado, sus casas, sus calles y su puerto te traslada a otro momento de la historia.

Fitxer:Bonifacio falaises escalier roi Aragon.jpg

Puedes imaginarte como las goletas cargadas de pescado fresco, especias y animales desembarcaban en el puerto, como la defensa de la fortaleza frustraba los ataques de los piratas (El Bastion de l’Etendard) y como las tropas del Rey de Aragón excavaban los 187 escalones de la La Escalera del Rey de Aragón (L’Escalier du Roy d’Aragon)

Como ya os he comentado en otros post, me encanta la historia, y mas aún si esa historia está llena de aventuras.


Disfrutamos mucho de Bonifacio. El mejor recuerdo que me pudo dejar está ciudad fue su gastronomía.

¿Quién se puede resistir a unos mejillones (moules) al vapor?
Este recuerdo me acompañaría durante todo el viaje, y toda la vida.




Bonifacio ofrece excursiones en barco para poder contemplar todo su esplendor desde el mar.
Como dos turistas mas, cogimos el barquito y nos fuimos a navegar.....



Ya no podíamos ir mas al sur y nos tocaba subir por la costa oeste.
Nuestra primera parada sería Propriano.
Uno de mis compañeros de trabajo me recomendó hacer esta parada. El pueblo es pequeño, casi como un barrio de las afueras de una gran ciudad.
Tiene una zona de bares y restaurantes próxima a la playa. Puedes desfrutar de un crepe o un rico helado sin los agobios de la gente. La verdad que no es un pueblo muy concurrido por los turistas.
Si no os importa no estar en el pueblo, la opción hotelera es mas amplia.
El hotel que reservamos era correcto, no tenía muchos lujos pero estaba bien situado. Nos apetecía dejar un poco la moto y movernos a pie.
La playa de Propriano no es tan bonita como las que tiene el sur-este, pero pasamos una tarde divertida, disfrutando del sol y de la tranquilidad que se respiraba.

Como os he dicho al principio del post, nos esperaban unas vacaciones bien calentitas y empezábamos a echar de menos una piscinita en los hoteles. A veces, cuando hacemos las reservas, nos olvidamos de las comodidades que vamos a necesitar, y esta vez la piscina era una de ellas.
Hacía tanto calor para mi, que me resultaba imposible poder estar mas de 30 minutos en la playa. No se porqué no se nos ocurrió comprar una sombrilla, pero esto se quedó guardado en mi mente para futuros viajes.

Decidimos cambiar el siguiente hotel en Ajaccio. Reservamos en último momento uno con una piscina en la azotea y fue la mejor decisión que tomamos.

Antes de llegar a Ajaccio, pasamos el día en la playa de Agosta.
Es una playa inmensa que va desde Porticcio hasta casi llegar a Ajaccio.
Encontraréis una arena fina y blanca, aguas cristalinas pero ni una pizca de sombra.
Soy súper pesada con el sol, lo se, pero este día Urko acabó quemado un poco por mi culpa. No le extendí bien la crema solar y el pobre acabó con un triangulo cual Ironman en el pecho.
Yo, que tengo soluciones, me puse mi kimono por la cabeza y me hice una sombrilla. jajaja.

Ajaccio es una ciudad con mucho atractivo napoleónico.
Esta fue su ciudad natal y casi todo lo que hay gira en torno a él.
Nosotros estábamos cansados de tanto calor y no nos apetecía mucho callejear, así que optamos por aprovechar la piscina del hotel. (Hotel Castel Vecchio Ajaccio)

Se decidís seguir la misma ruta que nosotros, este viaje no os defraudará. Siguiendo la carretera de la costa se llega a  Calanques de Piana (las calancas de piana)
Armaros de valor para mirar hacia sus acantilados y pasar por su estrecha carretera. Los imponentes bloques de rocas afiladisimas mueren en el mar, y la carretera entra y sale de estas formaciones creadas por la naturaleza.

                        

Impresiona de verdad, mas aun si vas a un coche grande, camper o auto caravana.
La carretera es estrecha y en algunos tramos no entran dos coches juntos. Es una carretera para tomársela con paciencia. Sin duda fue el día que más invertimos en viajar y los kms de la ruta no variaban para nada de lo que habíamos hecho otros días. 
Las playas de esa zona son de cantos rodados. El paisaje es espectacular porque la montaña acaricia el mar con tal verticalidad que da hasta vértigo. ¡Recordad! No podéis marcharos sin daros un chapuzón.


Toda la zona tiene hotelitos de montaña muy cucos para pasar la noche. Nosotros decidimos alojarnos en un hotel en Galéria con muy mala fortuna.

El hotel y su enclave eran muy bonitos. Tenía piscina y muy cerca de él había unas piscina naturales.
Aprovechamos los servicios del hotel y nos fuimos a dormir.



Como diría mi compañera....(frase hecha en euskera) "ene jaingoikue!" o lo que es lo mismo: ¡ai dios mío! maldita noche del infierno que pasamos.

El hotel, con todo el encanto de un hotel rural, no tenia aire acondicionado. Bueno, pues que más da! Abrimos las ventanas, o esa pensamos que era la solución.
Todos los mosquitos del mundo estaban esa noche de fiesta en Galéria, mas concretamente en nuestra habitación.
Si cerrábamos las ventanas, nos moríamos del calor; si las abríamos, moriríamos por falta de sangre.
Ahora al recodarlo me da hasta la risa, pero no veáis que mala leche se nos puso...
Casi mato al dueño del hotel por no avisarnos de " la convención de aquella noche".

Nuestro último punto de la isla fue L'île Rousse.
Siguiendo la tónica de este viaje, elegimos este pueblo por que estaba junto al mar.
El pueblo es de atractivo turístico por sus bonitas playas y sus calles empedradas.
Tiene un mercado donde comer platos mediterráneos, pero también increíbles hamburguesas.
El hotel que elegimos fue todo un acierto. Hotel La Bergerie. (Os dejo el enlace para que podáis verlo y resérvalo)



Las vistas desde nuestra habitación era todo un espectáculo. Por ponerle un pero, no tienen tele en las habitaciones, o por lo menos no las tenían.
El dueño fue su súper amable con nosotros.
Era nuestro último día en la isla y el ferri salía desde Bastia a la noche.
Dejamos la habitación pero pudimos estar en la piscina del hotel como cualquier otro huésped.

Dijimos adiós a esta bonita isla con ganas de mas. Hubiera estado una semana mas sin duda alguna, pero las vacaciones se acaban y teníamos que volver a nuestra rutina.

A la vuelta, pagamos un camarote para pasar una buena noche.

De regreso a tierra firme, fuimos conscientes de que lo bueno se había acabado.

Como a la ida, hicimos una parada para pasar la noche. Esta vez en Toulouse. Cogimos un hotel cerca de la salida de la autopista para poder llegar a casa lo más pronto posible.

Las vacaciones se había acabado y teníamos que empezar a planificar las siguientes.

Esperamos que disfrutéis leyendo nuestro blog tanto como nosotros escribiéndolo.

Como siempre, ¡mil y kito abrazos!



viernes, 28 de febrero de 2020

Nueva York: un destino obligatorio para cualquier viajero

Holaaaa holaaa!!

Seguramente haya más post sobre Nueva York en toda la red que margaritas en el campo, pero como ha sido uno de nuestros viajes, queremos compartirlo.

Nueva York es un destino, que sobre todo yo, tenía en mente desde hace muchos años. Es una ciudad que la hemos visto tantas veces en el cine, series, documentales, telediarios,... que parece que hayas estado allí antes. De hecho sin considerarnos muy frikis, comprobaréis que la ciudad nos fue  recordando tantas cosas de películas y de series que parece que lo seamos realmente. Apuntar que  Urko era más escéptico con el viaje, no es muy urbanita pero es un enamorado de la comida de Estados Unidos, asi que, una cosa por otra.

Mi hermana Tamara y mi cuñado Jagoba fueron hace unos años y su experiencia fue tan buena que yo quería ir.

Por h o por b nunca nos había cuadrado parar en esta ciudad, y la estábamos dejando para un viaje "low cost".

Conseguimos unos vuelos muy baratos para Octubre del 2019 con Iberia. Salimos desde Bilbao con escala en Madrid, y de ahí directos a Nueva York.
De lo que no fuimos conscientes fue de que los hoteles en la Gran Manzana en el mes de Octubre está por las nubes.
Bueno, por las nubes por las nubes tampoco, pero nuestro viaje tenía que ser low cost y el presupuesto daba para lo que daba.

¡Madre mía! y ahora diréis... estos pobres durmieron en el metro.... Pues no, pero no conseguimos encontrar un hotel a los que estamos acostumbrados.

Primero reservamos un hotelucho con muy malas críticas en China Town. Más tarde salió una oferta en un hostel que lo ponían muy bien: Vanderbilt YMCA

Pues bueno, no siendo usuarios de hostels era lo mejor que teníamos.
El mayor problema que encontrábamos era el tema del baño. Compartir baño no es lo nuestro, pero después de meterme en mil foros, blogs, webs,... conseguí descubrir que este hostel tiene habitaciones Premium.
No tienen baño en la habitación. De hecho, aunque quisieran construir uno no entraría. Las habitaciones de literas son muy pequeñas. Lo justo para dormir y volver a ponerte en marcha para otro gran día en NYC.
A lo que iba, las habitaciones Premium tienen baños "semi-privados" en los pasillos.
Semi-privados significa que son un baños completos como el de cualquier otro hotel; es decir, una ducha, lavabo, wc; pero al que solo se puede acceder con la llave de las habitaciones premiums.

Es verdad que era un poco rollo salir de la habitación para ir al baño, sobre todo por las noches, pero al final no fue tan malo.

Este hostel está muy bien situado por lo que merece la pena alojarse en él.

Nuestra estancia en New York fue de 7 noches. Para mi, las suficientes para no acabar con un ataque de rascacielitis.



Cuando dicen que a Nueva York hay que ir con energía y ganas de andar, es totalmente cierto.
Las caminatas diarias son agotadoras y por mucho que te plantees ver 2 cosas en un día, al final esas dos cosas te llevan el día entero.

Para disfrutar de todas las atracciones que tiene esta ciudad, nosotros optamos por el Sightseeing Pass Nueva york 

Existen varios pases que podéis comprar como el New York pass, City NYC pass....
Nosotros optamos por este pero no porque fuera el mejor. Cada uno tiene sus cosas buenas y cosas malas.

Lo malo de éste: que había que hacer la misma cola que quien compraba la entrada en la taquilla, pero hasta que no estuvimos allí no lo sabíamos. Ahora vosotros lo sabéis, así que optar por otro pase si este no os convence.

Con este pase fuimos a visitar:
  1. USS Intrepid
  2. Top of the Rock
  3. Estatua de la liberty
  4. Museo americano de historia natural
  5. Memorial 9/11
  6. One World Trade Center
  7. Estadio de los Knicks
  8. Catedral de Sant Patricio
  9. Zoo del Bronx (tuvimos que pagar la entrada por cogimos un día menos de lo que necesitábamos, pero está dentro del pase)
  10. Museo de cera Madame Tussauds
  11. National Geographic Encounter
  12. Ellis Island
  Hicimos una planificación previa para evitar hacer kilómetros a lo tonto.
Repartimos la isla en norte, centro y sur.
Cada día teníamos una ruta marcada que más o menos íbamos siguiendo con el fin de aprovechar al máximo las horas del día. 
Aprovechamos el día que llegamos, ya que era de noche a ver la zona de Times Square con sus luces. 
Cogimos el metro porque todavia no estamos habituados a la ciudad, y al subir por las escaleras direccion a la calle la noche se convirtió en dia. Alucinante!

Times Square estaba abarrotado de gente, no entraba ni un alfiler
Veníamos con el jet lag y no aprovechamos mucho la noche. Nuestro cuerpo nos pedía dormir, al día siguiente la ciudad y sus calles nos esperaban.
Empezamos por algo que creo que no os debéis perder, que es la visita del USS intrepid
Es un portaaviones convertido en museo, en el cual encontrarás un montón de voluntarios dispuestos a darte todo tipo de explicaciones y reseñas del barco, y de los aviones que en su pista muestra. Puedes pasar un rato agradable hablando con ellos y preguntándole cómo vivieron ellos ese momento de la historia.
Por si fuera poco, la NASA tiene en la cubierta del portaaviones un hangar en el que tienes la posibilidad de ver el ENTERPRISE (la lanzadera espacial, no la nave de Star Trek, frikiiiis) en todo su esplendor. De abrirsete la boca y quedarte sin mandíbula.

Aprovechamos el sightseeing pass a tope y me encantó la visita de Madison Square garden
Si habéis visto la película de Godzilla os encontrareis en los pasillos dónde esta se rodó (momento friki)





Nos enseñaron los entresijos y la historia del estadio, y tuvimos la suerte de conseguir entradas para ver un día a los Knicks. 
Si tenéis oportunidad de comprar entradas os recomiendo el espectáculo. 

Lo que me decepciono un poco fue el museo de cera de Madame Tussaud. Igual es porque me esperaba otro tipo de museo, otro tipo de organización. Además iba con la idea que iba a ver a las spice Girls y las habían quitado de las exposiciones. Y diréis, ¡pues anda que no hay personajes mejores que las spice Girls!Pero a mí me hacía ilusión verlas. (Momento frikix2). En cambio Urko, que iba sin ningún tipo de expectativa, le resultó incluso divertido. Fuera aparte de los momentos frikis nuestros, decir que si nos hubiésemos gastado el dinero de la entrada en visitar el museo nos hubiésemos arrepentido. Entraba dentro del pase y lo aprovechamos, pero a nosotros, nos resultó decepcionante.




Un museo que sí que me gustó fue el museo americano de historia natural. Volvemos a otro momento friki. 
Desde que vi la película de Noche en el Museo dije que tenía que ir a visitarlo. 
He de reconocer que es agotador porque el museo es inmenso, pero si te lo tomas con calma disfrutarás de una mañana entera recorriendo sus galerías y pasillos. 
De camino al museo, aprovechamos a ver un poco Central Park (la visita la teníamos planificada para la tarde), y coger fuerzas para el resto del día con un buen donuts y un café.



Mi elección ese día fue un súper donuts de bacón y maple syrup. ¡Estaba de muerte!
He de decir que no soy nada golosa, y al final de las vacaciones tuve que dejar a Urko solo ante las delicias dulces que esta ciudad ofrece. Mi torrente sanguíneo no soportaba mas azúcar y Urko se enfadó porque no entendía cómo no era capaz de comer mas donuts.

Un vez que salimos del museo, mi hermana nos recomendó ir a Gray`s Papaya. Está cerca  de Central Park y ya que no íbamos a volver por esa zona, era el momento de probarlos.
Este local es famoso por sus perritos calientes y a nosotros nos gustaron mucho. Le puedes añadir los toppings que mas te gusten. Yo les eché cebolla y col fermentada, y Urko se los comió con queso fundido.
El local es pequeñito, pero así son los locales de fast food de NYC: pedir, comer y marchar



Dejando los museos a un lado, un top de Nueva York es la Estatua de la Libertad - Ellis Island

No te puedes ir de nueva york sin coger el ferry en Battery park direccion a la Estatua de la Libertad. 
El día que elegimos para visitarla no fue el mejor día. Hacía bastante frío y en la isla corría mucho viento.
Recordar reservar la entrada para entrar en su interior. Nosotros, cuando nos quisimos dar cuenta que teníamos que reservar, las entradas estaban agotadas. Hay dos tipos de entrada que no vienen con el pase: Acceso al pedestal de la estatua y acceso a la corona.
Al no tener entradas para el interior dimos una vuelta alrededor de la base y entramos en el museo dedicado a la estatua y a su historia.
Estuvimos poquito tiempo y nos dirigimos a Ellis island.
Me encanta la historia y la que cuenta esta isla es sobrecojedora.
Se nos pusieron los pelos de punta al trasladornos en el tiempo, y vivir lo que los inmigrantes de viejo continente tuvieron que pasar para llegar hasta la tierra prometida. 


Una vez acabada la visita, el ferry te lleva de vuelta a Battery Park.
Nosotros decidimos ir andando hasta Dumbo. Es un paseo que merece la pena hacer ya que en su recorrido pasas por el famoso puente de Brooklyn.

Nos divertimos muchísimo intentando imitar a las "influencers" que había sacándose fotos.


 Este día lo recuerdo como "agotador"
Volvimos al hotel en ferry desde Dumbo, no sin antes llenarnos el estómago con un buen perrito caliente.




En NYC los días pasan volando y todavía nos quedaba mucho que recorrer. 
Todos los días madrugábamos mucho, y os recomendamos madrugar mas, el día que vayáis a visitar el One World trade Center
Nuestro hostel estaba en la zona alta de la ciudad y teníamos que ir al sur de la isla.
Esta vez cogimos el metro, porque de no ser así creo que todavía estaríamos intentado llegar. jajajaja.
¡La isla es enorme!
Los sentimientos que allí afloran no se pueden explicar con palabras. No somos americanos, ni mucho menos neoyorquinos, pero mi lado más sentimental floreció en el momento que mis pies pisaron el Memorial 9/11. 
Puede que cuando lo visites tengas sentimientos encontrados. Hay muchos objetos personales de las victimas que a mi parecer no deberían mostrarse, pero los americanos son tan patriotas que todas estas cosas creen que deben ser enseñadas.
Al salir de este museo decidimos seguir aprovechando el pase y subir a las alturas. Desde el observatorio de One World Trade Center se ve toda la gran manzana, la Estatua de la Libertad, New Jersey, Brooklyn,...

Cualquier observatorio de NYC os mostrará la grandeza de esta ciudad. Yo os aconsejo subir a todos los que podáis, ya que cada uno es único y las vista son espectaculares. Nosotros también subimos a Top of the Rock en Rochefeller Center. Las panorámicas desde este punto me gustaron tanto como desde el de WTC, así que no os lo podéis perder.


Y volviendo a poner lo pies en la tierra, os recomendamos dar un paseo por Bryant Park, la Biblioteca nacional y la Estación central.
La entrada a la biblioteca es gratis y su arquitectura es muy bonita. No hace falta dedicarle mucho tiempo a este sitio, pero es de visita obligada.


Y si sois tan frikis de la serie "Friends" como nosotros, callejear por Litlle Italy.
En esta zona, los rascacielos desaparecen y los edificios como en el que vive Mónica ocupan todo este barrio.
Aquí se siente una gran sensación de calma, que nada tiene que ver con las zonas financieras de Manhattan. 

Nosotros decidimos ir andado desde Little Italy hasta el distrito financiero, y por el camino sacamos algunas fotos que hasta que no llegamos a casa no supimos su historia

Tachán, tachán...... ¿Sabes donde estoy y a que película pertenece el edificio que hay detrás?


Este fue uno de los cuarteles de bomberos que atendió la llamada de los atentados del 9/11.
Se sitúa muy cerca de donde se encontraban las torres gemelas. Se trata de la estación de bomberos 8 Hook and Ladder, en Nueva York. Se encuentra ubicada en el barrio de Tribeca, en el número 14N de Moore Street.
Y para los mas frikis, ¡¡¡¡¡¡este es el Cuartel General de los Cazafantasmas!!!!




Y de película y película y tiro porque me toca,... El último día lo íbamos a dedicar para visitar el zoo donde Alex, Marty, Melman y Gloria empiezan su aventura (Película - Madagascar), pero nos dijeron que el del Bronx estaba mucho mejor.

El zoo del Bronx está muy alejado del centro de Manhattan, pero según las guías de viajes es mucho mas grande y bonito que el que hay en Central Park.
Acordaros de llevar agua y algo de comida. Hay puestos y restaurantes de comida dentro del zoo, pero los precios son un poco caros.

Para llegar hasta allí, cogimos un autobús, porque es el medio de transporte que mas cerca nos dejaba de la entrada.
¡Importante! Acordaros de llevar la tarjeta del metro con vosotros, ya que es la única forma de pagar el billete.
A la vuelta, quisimos ser unos valientes y coger el metro. No nos hemos sentido mas fuera de lugar en toda nuestra vida, pero la experiencia resulto interesante. Tuvimos la suerte de poder relacionarlos con New Yorkinos y sus costumbres sociales.
Y esto me hace recordar mi viaje a Paris con mi hermana Tamara y amiga María, pero esa historia os la contaré en otro momento. Fue mi divertido y se merece un mini-post.

Tal es el contraste de culturales, que Manhattan ofrece una infinidad de opciones gastronómicas.

Urko había hecho una gran investigación sobre que hay que probar en esta gran ciudad, pero a pesar de ello se le escaparon dos cosas que el destino quiso hacer que probáramos y que nos encantaron: los bagels de los puestos callejeros y de la cafetería especializada en bagels, Ess a Bagel y el white chai hot chocolate de Jacques Torres

Para cualquier amante de las hamburguesas, el Shake Shack es parada obligatoria dentro de la ruta de las hamburgueserías. Paramos y volvimos a parar durante nuestro viaje porque son adictivas.

El pan es un bollito semidulce que se funde con la carne y los demás manjares.
Si, es fast food, pero un fast food de los buenos.
Todavía puedo acordarme de esa hamburguesa blandita entre mis manos.....
Y mención especial para su batido, tan espeso que no subía por la pajita. Soy de Bilbao pero hacerme caso, no exagero para nada. La técnica para poder comerlo era ir sorbiendo hasta que se llenará algo la pajita, sacarla del vaso, darle la vuelta y aspirar por el otro lado. Eso sí todo lo que tenía de espeso lo tenía de rico.


Me gustó mucho como los neoyorquinos comparten las mesas para comer, y he de decir que es una costumbre que se debería de implantar en todo el mundo.
Aquí nos cogemos una mesa de 6 para 2 y nos quedamos tan a gusto, haciendo esperar a los demás comensales a que yo me vaya para poder comer.

Por supuesto, fuimos a comer a Kat'z Deli. Es el mejor local para comer pastrami de toda la ciudad, pero con precios desorbitados.
Creo que rondan los 27 dólares el bocadillo y la bebida a parte. Vamos que hicimos el día y a la noche nos tocó ayuno jajajaja.


También probamos la comida de los puestos callejeros, poke bowl, rammen y la perdición de Urko: doughnuts o donuts.

Encontrareis diferentes publicaciones sobre estos dulces tan americanos; y si el azúcar corre por vuestra venas, no os olvidéis de hacer una parada en:


Y para acabar bien las vacaciones, solo nos faltaba hacer una cosa que todo turista tiene que hacer si va a Nueva York. ¡Nos fuimos de shopping!
¿Shopping low cost? Para nada!!!
Aprovechamos que nuestros cumpleaños estaban al caer para comprar nuestros regalos. Eso si, tampoco nos podíamos pasar por que viajabamos con maletas de cabina y nos negábamos a pagar por facturarlas. (de esto también tenemos otra historia que contaros)

Queríamos ir a la Quinta Avenida porque ya le habíamos echado el ojo a algunas cosas, y casualidad, ese día se celebraba el día de la Hispanidad.
La calle estaba cortada, pero antes de que empezara el alboroto pudimos hacer nuestra compritas.



Antes de marcharnos, Nueva York quiso regalarnos otra frikada, y sin saber de donde había salido...... ¡aparece el Delorean de Regreso al Futuro!



Esto fue lo más para decirle adiós a esta majestuosa ciudad; y hasta la próxima a vosotros.

Deseamos que este post sea de ayuda a los viajeros de visiten NYC, y que hayáis disfrutado de cómo nosotros hemos vivido estas vacaciones.

Seguramente habrá opiniones de todo tipo, pero nosotros queríamos ofreceros nuestro punto de vista sobre New York.
Así lo hemos vivido, y así lo hemos contado.

¡Mil y kito abrazos!